origen: http://www.es.amnesty.org
La Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas entró en vigor el 23 de diciembre de 2010. En la imagen, dibujo del hijo de una víctima de desaparición forzada en Paquistán. © Amnistía Internacional
Amnistía Internacional pide a los Gobiernos que ratifiquen la Convención de la ONU sobre personas desaparecidas
Madrid.- Varios gobiernos se sirven de las desapariciones forzadas como herramienta de represión para acallar la disidencia y para eliminar cualquier oposición política, así como para perseguir a grupos étnicos, religiosos y políticos.
El 30 de agosto se celebra el Día Internacional de los Desaparecidos. Todos los años Amnistía Internacional, y otras ONG y asociaciones de familiares, exigen justicia para las víctimas de desapariciones forzadas.
La organización hace campaña para que todos los Estados revelen la suerte y el paradero de las personas desaparecidas y, si no las van a poner en libertad, que las acusen de un delito común reconocible y las sometan a un juicio justo conforme con las normas internacionales.
Una desaparición forzada ocurre cuando una persona es detenida o secuestrada por el Estado o por agentes que actúan en su nombre, y luego se niega que la persona se encuentre detenida o se oculta su paradero, apartándola así de la protección de la ley.
Es muy frecuente que las personas desaparecidas no sean jamás liberadas, y que su suerte nunca llegue a esclarecerse. Sus familias y amistades en muchos casos jamás llegan a saber qué les sucedió.
Sin embargo, esas personas no se desvanecen sin más. Alguien, en algún lugar, sabe qué fue de ellas. Alguien es responsable. La desaparición forzada es un delito según el derecho internacional, pero demasiado a menudo los responsables eluden la acción de la justicia.
Cada desaparición forzada viola una serie de derechos humanos, entre ellos:
el derecho a la seguridad y la dignidad de la persona;
el derecho a no sufrir tortura o trato o pena cruel, inhumano o degradante;
el derecho a unas condiciones humanas de reclusión;
el derecho a una personalidad jurídica;
el derecho a un juicio justo;
el derecho a la vida familiar;
cuando la persona desaparecida es asesinada, el derecho a la vida.
La desaparición forzada constituye una violación de derechos humanos especialmente cruel, que afecta tanto a la persona desaparecida como a su familia y amistades.
Por ejemplo en México:
Se ha producido un aumento en los informes de desapariciones a manos de las fuerzas armadas en el contexto de operativos para combatir el crimen organizado.
En otro orden, Amnistía Internacional ha documentado que la investigación y el procesamiento de personal militar acusado de violaciones de derechos humanos tienen lugar bajo la jurisdicción del sistema militar. A consecuencia de ello, quienes sobreviven a los abusos del ejército se enfrentan a múltiples obstáculos a la justicia. La familia de Rosendo Radilla lleva más de tres décadas haciendo campaña para derribar el muro de silencio que rodea su desaparición forzada.
Por otra parte, en junio de 2011, Amnistía Internacional lanzaba una acción urgente sobre seis hombres detenidos ilegalmente y sometidos a desaparición forzada por miembros de la Marina en el norte de México. Pese a las convincentes pruebas, la Marina sigue negando su implicación, y la investigación oficial parece haberse estancado.
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"Video zur Ausstellung Ausencias von Gustavo Germano (www.gustavogermano.com)
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